Mejorar el sistema inmunológico

El sistema inmunológico es el encargado de protegernos y de combatir virus, bacterias, hongos y otro tipo de enfermedades que se encuentran en el medio ambiente. Si bien es posible mejorarlo a través de una alimentación sana, suficientes horas de sueño, el control del estrés, una rutina de ejercicios y el consumo complementario de ciertos productos, es necesario aclarar que siempre podremos ser víctimas de enfermedades; lo importante es mantener el sistema inmunológico en un estado óptimo para reducir la intensidad y el número de dolencias que pueden afectarnos.

¿Qué factores producen una baja de defensas?

Una alimentación deficiente en nutrientes, el estrés, los cambios de temperatura, no descansar lo suficiente, el alcoholismo, el tabaquismo, el sedentarismo, el exceso de ejercicio o dormir menos horas de las necesarias son factores que resienten al cuerpo, lo que se traduce en una baja de defensas, dejándonos vulnerables frente a todo tipo de elementos extraños que podrían enfermarnos.

Mejorar el sistema inmunológico

Para mejorar el sistema inmunológico es necesario intentar controlar al máximo los factores que resienten al organismo; es decir, mejorar la organización de la vida laboral y familiar con el fin de reducir al mínimo el estrés, lo que permitirá incluir momentos de descanso y, ojalá, dormir una cantidad de horas suficientes para mantener al organismo en un óptimo funcionamiento (entre 6 y 8 horas). El ejercicio físico también es importante para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo, idealmente realizar algún deporte que nos permita mover todos (o la mayoría) de los grupos musculares, tales como caminar a paso energético, andar en bicicleta o nadar.

Es importante señalar que si no se está acostumbrado a realizar ejercicio frecuentemente, habrá que incluirlo paulatinamente en la rutina diaria, sin sobreexigir el cuerpo, ya que un esfuerzo desmedido podría ir en desmedro de mejorar el sistema inmunológico. El cuidado de la piel también es fundamental para mejorar el sistema inmunológico, ya que es nuestra principal barrera protectora contra los virus, hongos, bacterias y otros agentes agresores del medio. Se debe mantener limpia y humectada, y si existen heridas, desinfectarlas para que no se infecten.

Un factor crucial a la hora de mejorar el sistema inmunológico es la alimentación; debemos preocuparnos de consumir frutas y verduras frescas, carnes magras, legumbres, cereales integrales y grasas saludables. Es importante consumir una cantidad de calorías suficientes a lo largo del día para asegurarnos de que el sistema inmunológico contará con la energía necesaria para crear anticuerpos y así, defendernos de posibles amenazas. Sin embargo, el exceso de comida será perjudicial, ya que los científicos han descubierto relaciones entre la obesidad y un sistema inmunológico deficiente. La mejor forma de verificar que se está consumiendo una cantidad adecuada de alimentos es monitorear el peso corporal; éste no debería variar más de 500 gramos a un kilo, si está bajando de peso (sin estar sometido a un régimen que busque la disminución del peso corporal), habrá que preocuparse de aumentar el consumo de alimentos, idealmente frutas y verduras y alimentos grasos saludables, como los frutos secos. Si, al contrario, está subiendo de peso, se deberá disminuir el tamaño de las porciones de las comidas.

El horario de las comidas también influye si queremos mejorar el sistema inmunológico, es preciso alimentarnos varias veces a lo largo del día, para asegurarnos una disponibilidad de energía estable y recurrente. Estas comidas deben ser balanceadas, variadas y de porciones medianas, para evitar aumentar o disminuir drásticamente de peso; es importante consumir cantidades suficientes de vitaminas C, E, A y B, así como otros minerales que fortalecen el sistema inmunológico. Es recomendable consumir lácteos fermentados, como el kéfir o yogurt, ya que el consumo de probióticos es favorable al sistema inmunológico. De igual manera, es esencial preocuparse de consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales, y que sean lo suficientemente variados como para que obtengamos todos los nutrientes necesarios.

La vitamina C es realmente importante para el sistema inmunológico, por lo que se recomienda consumir alimentos que contengan este tipo de vitamina en altas dosis, como la naranja, el limón, los pimentones y el kiwi. La vitamina E, por su parte, puede encontrarse en las hojas verdes (como espinaca, acelga y col rizada), en el aceite de oliva y en cereales enteros. La vitamina A puede encontrarse en alimentos de origen animal y en frutas y verduras de tonalidades rojizas, como el tomate y la zanahoria. El complejo de la vitamina B se encuentra en la mayoría de los alimentos, tanto vegetales como animales. También es importante consumir Zinc , ácido fólico y hierro, que ayudan a un mejor funcionamiento del sistema inmunológico.

Podría ser recomendable aumentar las dosis de vitaminas y minerales a partir de la ingesta multivitamínicos o el consumo de alimentos naturales específicos que ayudarían a reforzar el sistema inmunológico como la uña de gato, la miel, los arándanos, el noni y la schizandra.


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Nota: Le recomendamos que siempre consulte a su médico, terapeuta u otro profesional de la salud. La información presentada en este artículo es meramente informativa y no debe utilizarse para diagnosticar o tratar ningun enfermedad.




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